Cada 17 de agosto, la memoria de José de San Martín vuelve a ocupar un lugar central en el corazón de los argentinos y de toda América. Su vida, marcada por la entrega y el sacrificio, es el reflejo de un tiempo en que la libertad era símbolo de la lucha por la autodeterminación y la independencia de los pueblos ante el colonialismo extranjero.
San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, una pequeña localidad que entonces era el centro de las misiones guaraníes. Hijo de Juan de San Martín y Gregoria Matorras, creció en un entorno marcado por la influencia jesuítica y la diversidad cultural del litoral. Pronto, la familia se trasladó a Buenos Aires y, poco después, a España, donde el joven José comenzaría su formación militar. En suelo español, San Martín se educó en Málaga y Madrid, en donde no solo aprendió las artes militares, sino también idiomas, historia y ciencias. A los once años ingresó como cadete en el Regimiento de Murcia y, en poco tiempo, participó en numerosas campañas en África y Europa. Su valentía y capacidad lo llevaron a destacarse en la batalla de Bailén, en donde ascendió a teniente coronel y fue condecorado por su actuación frente a las tropas napoleónicas.
El eco de la Revolución de Mayo llegó hasta Europa y encendió en San Martín el deseo de sumarse a la causa de la independencia americana. En 1812 desembarcó en Buenos Aires junto a otros patriotas, decidido a poner su experiencia al servicio de su tierra natal. En aquel momento, el gobierno le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, cuerpo que sería clave en las luchas por la emancipación. El bautismo de fuego llegó en San Lorenzo, donde San Martín y sus granaderos lograron una victoria crucial. Luego, fue designado al mando del Ejército del Norte, aunque logró comprender que la clave para derrotar al poder virreinato estaba en abrir un nuevo frente a través de Chile y Perú. Así, como gobernador de Cuyo, se dedicó a organizar el Ejército de los Andes y a fomentar la educación, la industria y la igualdad en la región.
En 1817, San Martín lideró una de las campañas más audaces de la historia militar: el cruce de la cordillera de los Andes. Tras vencer en Chacabuco y Maipú, aseguró la independencia de Chile y rechazó honores personales, para preferir que los recursos se destinaran a la educación y la cultura. Su visión era clara: la libertad debía ir acompañada de la formación de los pueblos. Con Chile libre, San Martín organizó la expedición libertadora al Perú. El 28 de julio de 1821 proclamó la independencia peruana, asumió el título de Protector y, a su vez, impulsó reformas sociales al fundar instituciones educativas y culturales. Sin embargo, las diferencias con otros líderes y su rechazo a perpetuarse en el poder lo llevaron a retirarse tras la histórica entrevista con Bolívar en Guayaquil.
Tras su regreso a Buenos Aires, San Martín enfrentó la incomprensión y el desencanto político. Decidió emigrar a Europa junto a su hija Mercedes, a quien brindó una educación de excelencia. Desde el exilio, siguió de cerca los acontecimientos de América y defendió siempre la unidad y la soberanía de los pueblos. Fiel a sus principios, se negó a participar en luchas fratricidas y mantuvo intacto su compromiso con la libertad. El 17 de agosto de 1850, San Martín murió en Boulogne-sur-Mer, Francia, rodeado de su familia. Sus restos descansan hoy en la Catedral de Buenos Aires, custodiados por las naciones que ayudó a liberar. Su vida, ejemplo de humildad y grandeza, inspiran a quienes creen en la justicia y la libertad como símbolo de una patria grande.
San Martín no solo fue un estratega brillante y un líder incansable; fue, sobre todo, el arquitecto de un sueño americano que aún hoy nos convoca a construir, revindicar y sostener en el tiempo. Como dijo el libertador: “Al americano libre corresponde trasmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración de sus derechos”.
• Visita Cultural
El Instituto Nacional Sanmartiniano, fundado en 1933, es una institución dedicada a investigar y difundir la vida y el pensamiento del Libertador General José de San Martín. Su misión principal es promover el conocimiento sobre la figura de San Martín, resaltar tanto sus valores morales y civiles como su legado militar y democrático. Para ello, organiza actividades educativas, cursos, conferencias y publicaciones, además de asesorar a investigadores y docentes interesados en la historia sanmartiniana. El Instituto también coordina asociaciones culturales y fomenta la creación de nuevas entidades dedicadas a la memoria del prócer. Te invitamos a visitarlo en Mariscal Castilla 2752, Capital Federal, donde está abierto todos los días de 10:00 a 18:00hs, para conocer más sobre la vida y obra de uno de los grandes héroes de América.